"El camino a la Paz no se construye con la ausencia de conflictos, sino con las personas que saben enfrentarlos con armonìa, conociendo sus derechos y respetando los ajenos"
Adriana Helena

sábado, 17 de marzo de 2012

MELENA

MELENA

Cuento seleccionado por al Asociación Mundial  de Educadores de la Infancia  A.M.E.I. para integrar el "Libro de los cuentos del mundo" .Cuentos por la paz



Melena es un perro pastor, y como todos los perros de su raza luce un abundante y apretado pelaje con gran orgullo y naturalidad.
Lo compró el padre de Andrea cuando ella nació, y como se parecía a una gran bola de pelos blancos, lo llamaron MELENA y con toda la  razón, por que hoy la tiene de todo tipo: es lacio en el lomo, enrulado en la cabeza y ensortijado en las patas.
Andrea y su perro crecieron juntos, o casi juntos…. Cuando ella estaba tratando de caminar Melena tenía el tamaño que tiene hoy y a pesar de sus profundas ganas de jugar  se daba cuenta perfectamente cuando la niña estaba en algún peligro o se podía caer.  Entonces venía rápidamente  para ayudarla en lo que fuera, hasta aprendió a levantarla suavemente de la ropa con su rosada boca si se caía al piso.
Será por esto o por todos los momentos que pasaron juntos que Andrea y Melena se quieren entrañablemente y les cuesta mucho separarse.
Cuando ella sale el perro se queda echado y desganado hasta su regreso.  Por supuesto cuando se encuentran  todo es una fiesta, primero Melena la salta y  parece que la besara, luego a ella se le ocurre algún juego donde el protagonista siempre es su peludo amigo.
Lo que más le gusta jugar a Andrea es a la peluquería, cosa que hace todas las tardes, por eso su mascota  un día queda peinado para atrás, al siguiente totalmente batido, al siguiente del siguiente con algunas colitas rojas… Un día lo dejó con coquetas  trenzas en el lado derecho pero en el izquierdo no porque la niña se fuè a mirar la tele.
Una tarde de sol Andrea volvió de la escuela con Tomás, su mejor amigo, tomaron la leche juntos, salieron al patio, ella saludó a Melena y le presentó a Tomás, parece que se agradaron mutuamente por que se pusieron a jugar los tres alegremente.
Eso sí, no sé si me parece a mí pero a la mascota siempre le tocaron los peores papeles  en todos los juegos:
-Cuando jugaron al papá y a la mamá a Melena le tocó hacer de hijo, tuvo que tomar sopa, hacer deberes y hasta lo pusieron en penitencia mirando la tapia.
-Más tarde jugaron al doctor... ¿Quién creen que hizo de enfermo?..Melena por supuesto... esta vez le pusieron el termómetro, una bufanda azul en el cuello y le dieron un remedio asqueroso.
-En las escondidas, claro, le tocó contar y en la soga nunca pudo saltar, siempre tenía que mover, así que nuestro peludo amigo cansado ya de esta tomada de pelo  se echó en le puerta de su cucha a descansar y quedó dormido… o se hacía el que dormía.
En un momento  Andrea pasó corriendo por detrás de la casa de su mascota y tropezó con una piedra cuadrada, debajo de ella encontró  un extraño papel doblado en cuatro con algunos dibujos y líneas y se lo mostró a Tomás quien al verlo y opinó:
-Es un mapa, estoy seguro- Y se sentaron juntos a tratar de interpretarlo.
 La niña se dio cuenta que era el mapa de su jardín por que tenía dibujado la casa de Melena, el ciruelo que había plantado su papá, el asador y el pino alto que adornaban en navidad, uno y otro dibujo se unían con rayitas negras y terminaba este recorrido en una gran cruz negra.

-Debe ser el mapa de un tesoro, las líneas son los pasos que hay que dar para encontrarlo, para mí que son monedas de oro que enterró algún pirata- Se aventuró Tomás.
-Si, es un tesoro, deben ser joyas que olvidó alguna reina- Dijo Andrea entusiasmada mientras traía apuradísima la pala de su papá.
Melena terminaba de abrir los ojos cuando observó a Andrea y a Tomás con el papel en la mano y contando los pasos que debería dar desde su morada al ciruelo, desde allí al asador, al gran pino y en tres pasitos más llegaron a la gran cruz que indicaba el mapa.
Ese fue el momento preciso en que la peluda mascota  los comenzó a saltar, porque no quería que continuasen, Andrea y Tomás tuvieron que luchar contra el inmenso perro que cada vez que ellos empezaban a cavar el animal les arrebataba la pala y la llevaba hasta la otra punta del patio.
Como Andrea se cansó de esta situación  resolvió atar a Melena en su cucha, ahora él seguía los movimientos de los chicos entre sollozos y entrecortados ladridos.
Después de mucha transpiración de Tomás apareció el gran tesoro envuelto en una servilleta..... Andrea lo desenvolvió emocionada y se encontró con un hueso de caracú, media costeleta y una costillita a medio comer.
Tomás se sentó en el pasto desilusionado y la niña  desató a Melena, quien buscó "SU TESORO", lo llevó al lado del ciruelo, cavó un nuevo pozo, lo enterró y entró enojadísimo en su casa.
Ayer estuve con Andrea y asegura que Melena más tarde dibujó un nuevo  mapa ayudado de un papel y un trocito de carbón del asador.
Esto no estoy segura que sea cierto, pero lo que sí es verdad es que Andrea prestará más atención a lo que le quiere decir su pequeña y gran mascota  peluda.




 Adriana Helena