TRANSFORMACIÓN
A un rey un cortesano le regaló una gran servilleta mágica.
Él desconocía que poderes tenía esa tela totalmente cuadrada y de color blanco profundo.
La dejó sobre la mesa, montó en Rayo, su caballo negro y salió a recorrer
el reino en una mañana transparente.
Cabalgando sintió que entraba a una escenografía perfecta, pudo observar cada uno de los detalles de su
jardín como nunca lo había hecho antes.
Al llegar a palacio se sorprendió porque en la servilleta
habían aparecido dibujos de los paisajes
recorridos, al medio estaba él con rayo, lo rodeaban rosas, margaritas,
pensamientos y toda clase de pájaros. A la noche no se animó a usar la
servilleta.
Al día siguiente su majestad decidió recorrer el camino al río, nuevamente lo acompañaba el sol, se sacó las botas, refrescó sus cansados pies en la apuradísima agua y desde allí miró el movimiento de los árboles que lo acompañaban.
Al llegar a palacio en su presente mágico ahora se veía
también el río, piedras, árboles, una gran
pradera y el sol.
Al rey le gustaba su obsequio pero no entendió su significado
hasta la mañana siguiente…
Cuando se levantó su servilleta se había convertido en un
gran mantel redondo, donde no sólo estaba el rey y la reina sino un montón de
cortesanos, labradores, leñadores, carboneros y hasta niños disfrutando de una gran fiesta.
Su regalo no era una tela cualquiera sino un pedido para ser
tenidos en cuenta.
El Rey pensó un rato, organizó una fiesta para todos en la aldea y por primera vez puso su en corazón la necesidad los que menos tenían.
Adriana Rolando
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