"El camino a la Paz no se construye con la ausencia de conflictos, sino con las personas que saben enfrentarlos con armonìa, conociendo sus derechos y respetando los ajenos"
Adriana Helena

martes, 15 de marzo de 2022

MISTERIO DEL NIDO ( Por la independencia)

 

EL MISTERIO DE LOS NIDOS.

 

La marioneta en forma de pájaro estaba harta de todo.  Quería independencia y por sobre todo volar. Le fastidiaba  ensayar siempre con Mauricio  y decir sólo  lo que él quería.

Deseo una vida propia-afirmó-Cuando tenga un  nido  hecho por mí lograré pasear por los cielos.

Esperó que durmiera  el titiritero y partió  llevando en sus alas los hilos que la hacían moverse y sus varillas.

En  su primera caminata sola  parecía un bebé mareado pero después sus huesudas  patas marcharon decididas.

 La luna,  su única compañera, le regaló hilos de luz para enhebrar su trabajo. En un claro de una plaza se tejió  un  nido  redondo con pajitas de pino y se sentó a probarlo, movió ilusionada sus alas  pero todos sus hilos se enredaron entre las pajitas hilvanadas  y tuvo que volver a su escondite desconsolada.

Cuando llegó a su valija cortó los hilos porque ya no quería tenerlos más y se durmió dentro de un bolsillo.

A la noche siguiente dejó abierto el estuche  que la acunaba y dentro de él preparó  un nuevo nido con  ramitas de laurel, pero al probarlo se cerró la valija.

Cuando Mauricio quiso sacar a su Marioneta de su estuche  salió  volando un ave satisfecha  con  plumas plateadas  acompañada de sus dos hijos.

                                                                                                                           Adriana

 

 

lunes, 30 de noviembre de 2020

MASCOTA

 

MASCOTA

Entre todos los peluche heredados, elegí  estar acompañado  siempre por Pelusa, un perro mediano con  orejas largas mitad blanco y mitad marrón.

Cada tanto apoyaba mi oreja a su hocico  y soñaba  que me diría algo  pero no,  mi amigo seguía sin hacer un solo ladrido.

Enfrenté a mi  mamá y le expliqué que necesitaba un perro  de verdad para jugar con él y para que me acompañara al colegio.

-Vivimos en un departamento, hay que cuidarlos, vacunarlos y sacarlos de paseo . En esta casa no podemos tener un perro- Afirmó. Como  tenía algo de razón empecé a llevar a  Pelusa al colegio escondido en la mochila.

 Al regresar a casa  le tiraba palitos y pelotas para que los fuera  a buscar, pero él seguía indiferente.

Una tarde decidí ir a dar una vuelta a la manzana en la bici, acomodé a mi peluche sobre la ventana para que pudiera ver mis destrezas con sus ojos de vidrio.

Cuando llegué  a la esquina  me caí con el  rodado encima, sólo atiné a decir ¡AYUDA!...

Me vino a socorrer Pelusa, mi grito de desesperación hizo por fin  el milagro, su corazón saltaba en cada ladrido, sus orejas volaban cada vez que me lamía.

Como sólo no podía socorrerme fue  a buscar a mamá, ella no podía creer lo que veía, el perrito moviendo la cola la llevó donde yo estaba.

Así fue como  tuve un perro de verdad con ojos soñadores, me acompaña al colegio y  me trae  de regreso palitos y pelotas que le tiro con un beso.

 

Adriana Rolando


domingo, 29 de noviembre de 2020

REGALO


REGALO


 

REGALO

 

Para mi cuarto cumpleaños me regalaron un camión rojo, autitos de metal, una pelota para jugar al fútbol y las infaltables  remeras y bermudas. A última hora llegó mi padrino.

 Mi tío se arrodilló en el piso y estacionó la caja que traía- Te hice un trompo-dijo sonriente- es de madera y metal- lo pinté con lunares de color blanco y le escribí tu nombre en dorado –Ves acá dice Lucas- me mostró.

Nunca antes había visto un trompo, para mí era una pelota hambrienta que se había tragado un plato con una pluma de plata  en la cabeza y una sola pata.

¿Quieres ver cómo funciona? ¡Claro!-  respondí-Mi padrino lo lanzó contra el piso frotando sus manos enérgicamente.

Al trompo se le abrieron sus grandes ojos, giró cuatro veces y como todo le  daba vueltas se mareó tanto que desmayó. Cuando logró recuperarse saltó  al baúl de los juguetes.

Quería volverse más pequeño, más flaco, más pesado para estar siempre debajo de los peluches, un día lo encontré. Brillaba sobre mi mano, froté con mis dedos su sombrero, esta vez cerró los ojos y allí mismo aprendió a bailar.

 Las cosas ya no giraban a su alrededor, con los ojos cerrados logró  ver estrellas y lunas  en cada vuelta.

Desde ese día mi trompo y yo jugamos a dar la  a dar la vuelta al mundo con las manos abiertas y los ojos cerrados y ninguno de los dos nos mareamos…

Adriana Rolando

 

 


sábado, 21 de noviembre de 2020

TRANSFORMACIÓN

 

TRANSFORMACIÓN

 

A un rey un cortesano le regaló una gran servilleta mágica. Él desconocía que poderes tenía esa tela totalmente cuadrada y de color blanco profundo.

La dejó sobre la mesa, montó  en Rayo, su caballo negro y salió a recorrer el reino en una mañana transparente.  Cabalgando sintió que entraba a una escenografía perfecta,  pudo observar cada uno de los detalles de su jardín como nunca lo había hecho antes.

Al llegar a palacio se sorprendió porque en la servilleta habían aparecido dibujos de los  paisajes recorridos, al medio estaba él con rayo, lo rodeaban rosas, margaritas, pensamientos y toda clase de pájaros. A la noche no se animó a usar la servilleta.

Al día siguiente su majestad decidió recorrer el camino al río, nuevamente lo acompañaba el sol, se sacó las botas, refrescó sus cansados pies en la apuradísima agua  y desde allí  miró el  movimiento de los árboles que lo acompañaban.

Al llegar a palacio en su presente mágico ahora se veía también el río, piedras, árboles,  una gran pradera y el sol.

Al rey le gustaba su obsequio pero no entendió su significado hasta la mañana siguiente…

Cuando se levantó su servilleta se había convertido en un gran mantel redondo, donde no sólo estaba el rey y la reina sino un montón de cortesanos, labradores, leñadores, carboneros y hasta niños  disfrutando de una gran fiesta.

Su regalo no era una tela cualquiera sino un pedido para ser tenidos en cuenta.

El Rey pensó un rato, organizó una fiesta para todos en  la aldea y por primera vez puso su  en corazón  la necesidad los que menos tenían.

                                                                                     Adriana Rolando

lunes, 12 de octubre de 2020

PLUMITA

 


PLUMITA, EL INDIECITO: Valores fomentados

Valentía, respeto a la diversidad
El hombre con sus máquinas taladoras abrieron  un interminable sendero….Este era el camino que desvelaba a Plumita el indiecito.
 -¿Qué habría del otro lado del mismo? ¿Qué era eso de la civilización y de la escuela?-Se preguntaba.


El deseo de averiguarlo hizo que en una noche juntara los tesoros personales que creyó que necesitaba para su viaje y partiera  montado sobre Rayo (su caballo) para conocer lo que tanto le intrigaba.                                               
Cabalgó sin ningún temor en plena oscuridad  y los primeros rayos del sol lo condujeron al frente mismo de la escuela, amarró su caballo al árbol más cercano y esperó silencioso  la llegada de la maestra y los chicos.
Cuando Ana, la señorita, lo conoció invitó a esta  visita a pasar al grado y  le preguntó su nombre y de donde venía, Plumita contó que venía de la selva, que había cabalgado toda la noche para llegar hasta allí y que a su nombre lo había elegido su padre.
El indiecito se acomodó en el último banco porque tenía  miedo de equivocarse ya que era la primera vez que iba a la escuela y esto le daba un poco de temor.

Ese día el grado tenía una prueba, entonces la maestra dijo:
-Saquen una hoja y los útiles  para escribir.
Todos los niños sacaron sus hojas rayadas y lápices, pero cuando Martín (el alumno que se sentaba delante del indiecito) miró hacia atrás observó que Plumita había sacado una hoja….
      
¡PERO DE PALMERA!
También había sacado algo para escribir……
¡ ERA MEDIO CARBÓN!

Silencioso se arrimó a la seño y le contó lo ocurrido….Ana entonces le llevó hojas y lápices  a Plumita para que los utilizara.
Más tarde Ana dijo:-Chicos es hora de pintar.
Todo el grado estaba haciendo hermosos dibujos con colores y témperas…Pero cuando Martín miró al  nuevo alumno casi se desmaya….
                       
¡SE HABÍA PINTADO TODA LA LA CARA!

Se levantó muy despacio para  contarle a Ana lo sucedido, pero ella ya se había dado cuenta así  que lo tranquilizó diciéndole:-No te preocupes ni te rías, a veces hacen eso los indiecitos.
                                      
A la hora de la merienda la maestra invitó a los alumnos a hacer una merienda compartida,
había galletas, alfajores, turrones, sándwiches, gaseosas y…DOS CHOCLOS…
¿SABÉS QUIÉN LOS HABÍA TRAÍDO?
Nuestro amigo el indiecito

Ese fue el momento en que Ana aprovechó para este nuevo compañero hablara de sus diferentes costumbres y todos pudieran conocerlo mejor.
Desde entonces muchos  días el indiecito ha concurrido al colegio, ahora lo hace con guardapolvo blanco y hasta come alfajores,
Algunas veces Plumita aprende y otras… ¡ENSEÑA!
Desde el árbol siempre lo espera  Rayo entre las bicicletas     

                                                                                                                                Adriana Helena


                                                       Gracias Reny por dibujar tan bien al indiecito



eyendas que casi no conocemos.

viernes, 2 de octubre de 2020

 

LA GUITARRA


                                              Gracias Juli por mandarme  la guitarra soñadora


Matías vivía en una casa con altillo, cuando salía la luna empezaba a sentir una cascada  de acordes  hasta las doce, cada días se escuchaba más fuerte esta correntada  movediza.

 Un día decidió averiguar de qué se trataba y comenzó a seguir las  atrapantes notas. Sus pasos lo condujeron escaleras arriba..

Sí, de allí provenía con seguridad la embriagadora melodía, los últimos tres escalones los subió  con expectativa y miedo, abrió la puerta y se encontró la guitarra de su abuelo latiendo y sonando sola.

De la misma habían crecido unas finísimas ramas que formaban una perfecta cabellera  blanca  que ayudaban a ejecutarla con precisión.

Matías miró en su boca y pudo ver que una semilla del álamo que plantó el abuelo  se había instalado en el centro del instrumento como un corazón.

Desde ese día cada vez que  comienza el concierto Matías sube y se sienta como un entusiasta espectador. Fue así como conoció todas las canciones que amaba su abuelo.

   Adriana Rolando

 

UNA SIESTA Y CIEN HORMIGAS

 

En  la fiesta  de la primavera a mí me tocaba llevar gaseosa y pururú.

En mi canasta mamá  puso un protector solar. Me pidió por favor que lo usara donde nos juntábamos sobre todo a la hora de la siesta.

Después de jugar fútbol nos sentamos en el césped sobre unos manteles y compartimos nuestra comida, sobraron chizitos, sándwiches, galletas.

Obediente  me puse  abundante protector solar. Algunos  amigos empezaron a irse y se llevaron lo había sobrado pero quedó el sector lleno de migas.

Me acosté a dormir un rato  sobre una toalla, cuando me desperté estaba en otro sitio y la toalla

se desplazaba lentamente llevándome. Miré para abajo, cientos de hormigas.

Un hormiguero gigante  delante mío estaba dispuesto a tragarme.

Observé a estos insectos, no habían tocado  ni una sola miga, sólo entraban y salían de mi canasta a beber un poco de protector solar.

Salté como un resorte, tomé el envase leí - Protector solar sabor Coco- les entregué el envase y se lo llevaron en fila hasta su morada.

Al llegar a mi casa me fui a bañar rápidamente y le dije a mamá que por favor no compre más cremas ni protectores solares con sabor a  ninguna  comida.

                                                                          Adriana Rolando

lunes, 10 de agosto de 2020

JOSEFINA



                                                                                  

JOSEFINA

por la aceptación de uno mismo 


                                         

    Josefina era una mariposa amarilla que creyó haber nacido para acompañar las hojas de otoño.

                                             

    Sentada sobre una  hoja de álamo  pasó sobre unos geranios totalmente rojos.

    -¿Por qué  no tengo ese color en mis alas?- se preguntó-  cortó un botón con sus antenas y  lo pegó en una de sus alas.-¡Ahora estoy más linda!-

   Más tarde planeó cerca de una maceta llena de  margaritas y se preguntó:

    -¿Por qué no tengo el color blanco en mis alas?- Se acercó disimulada, pellizcó una gota y se lo pegó en la otra ala.-¡Así estoy más bonita!- 

      Al ver un racimo de pensamientos también quiso tener ese color..

      -¿Por qué no tengo el color violeta en mis alas?-  Sin dudarlo cortó un lunar y se lo pegó en su ala al ladito del rojo.-¡Ahora estoy preciosa!-

Josefina quiso volver a su casa, pero apenas podía volar por el peso que tenía en sus alas.

     En su intento desesperado por llegar empujó a un girasol y este inesperado golpe despertó a José, una mariposa tan amarilla como había sido ella hasta ese día.

     A josefina el impacto le produjo un enorme estornudo que hizo que volaran todos los trocitos de pétalo que se había pegado  por el aire y José quedó perdidamente enamorado con semejante magia.

   

     Los dos viven dentro del girasol, Josefina ya no quiere cambiar su lindo color, ahora por las tardes vuela con José haciendo dibujitos de corazones 


Adriana Rolando

 


jueves, 2 de enero de 2020

CUENTOS PARA LOS MAS CHIQUITOS


LAS TORTUGUITAS

Una linda mañana Josefina y Catalina estaban curioseando el jardín donde vivían.
Disfrutaban de caminar lentamente por entre las flores y permitían que los yuyitos silvestres  le acariciaran sus casas rodantes.
 Casi por casualidad se encontraron con una piedra en forma de tobogán y comenzaron a largarse por ella .
Nunca habían tenido tanta velocidad en sus desplazamientos.
Como les gustó tanto Josefina le preguntó a Catalina:
Y si lo volvemos a hacer?
 Catalina asintió alegremente y este se transformó en el juego más rápido que habían tenido las tortuguitas en  toda su vida.
Pero en una de sus largaditas por la piedra blanca ocurrió un accidente:
Catalina se dio vuelta quedando de panza al sol agitando fuertemente sus patitas  mientras volaba por los aires su hermosa capelina. Por eso le pidió ayuda a su amiga.
Josefina intentó con todas sus fuerzas darla vuelta empujando con su cabeza pero como lo único que consiguió fue transpirarse toda y decidió salir a pedir ayuda.

-Primero se encontró con un gato y pensó en pedir auxilio para su amiga pero cuando miró las uñas que tenía en sus patas pensó:
¿Y si lastima a catalina con estas Uñas Filosas? – Así que le dio los buenos días y siguió su camino.

-Después se encontró con un perro que lo saludó pero cuando advirtió sus puntiagudos dientes ´
pensó: ¿Y si lastima a mi amiga con esos diente? Así que respondió a su saludo y siguió su camino.
gracias querida Agustina por regalarme tu hermoso dibujo
Gracias querida Agustina por regalarme tu hermoso dibujo


-Enseguidita se encontró con un esponjosa liebre,  cuando miró sus suaves orejas se animó a contarle lo ocurrido y el conejo aceptó seguirla para ayudar a Catalina.
Cuando se presentó frente a ella simplemente bajó sus largas orejas y la envolvió hasta darla vuelta.

¡HASTA LE PUSO SU HERMOSA CAPELINA CON TODO CUIDADO.!

Las tortuguitas estuvieron muy agradecidas y le consiguieron una gran zanahoria para su almuerzo.



                                                        



Fin

PLAF 

Puf y su mamá son dos fantasmas completamente blancos que viven en una gran casa blanca que seguro vos viste algún día.
Para no ser descubiertos por nadie sólo tienen que apoyarse en las paredes y así quedan confundidos con los muros. Mamá Fantasma siempre dice a su hijo:

 -Recuerda comer siempre cosas blancas en el desayuno, almuerzo y cena.Así conservarás tu color y nunca seremos descubiertos.

 Plaf  entonces desayuna tapitas de azúcar, almuerza granitos de arroz, en la merienda se da unos bañitos de harina y cena dos o tres fideos.

Pero el Fantasmita fue creciendo y también creció su curiosidad. Un día al encontrarse la heladera abierta se sintió  atraído por un olor sabrosamente dulce y lo probó pasando el dedito.

Juli. Qué se comió el fantasmita?

Así conoció  el dulce de leche y el chocolate que le parecieron riquísimos.

Cuando lo  encontró mamá le preguntó ¿Que has comido que estás de color marrón?- No ves que podrían descubrirnos-

¡VE YA MISMO A COMER ALGO BLANCO PARA RECUPERAR TU COLOR!

El pequeño intentó hacer caso pero cuando se dirigía a la despensa pasó volando sobre una frutera que despedía una fragancia fresquísima.

El chiquitín le dio una pequeña mordidita a una frutilla y a una ciruela que estaba partida y se miró asombrado cómo cambiaba de color.
 Nuevamente se encontró con su madre:- ¿Qué    has comido ahora para estar  todo rojo?

¿NO TE MANDÉ A COMER ALGO BLANCO? 
-Ve inmediatamente-

Plaf quería hacer caso pero como lo asustaron tanto  los retos de su mamá, salió volando para  afuera y se cayó en una pileta ¡PLAFF!  y fue así como quedó totalmente transparente.

El pequeñín buscó a su madre y le contó lo ocurrido, ella no lograba verlo pero  lo escuchaba ....
 Desde ese día desayuna, almuerza, merienda y cena todas cosas blancas para poder seguir viviendo en la casa toda blanca acompañado de su mamá.

fin


HERIBERTA

Heriberta era una gallina poco común, le encantaba todos los días darse una vueltita por el barrio y hasta llegaba al centro. Era una gallina moderna. 

Un día puso dos huevitos y se preguntó: -Qué podré hacer ahora...a mí me gusta tener hijos pero no podré estar acá sentada sin moverme 21 días. 

Estiró su cuello y vio a la Sra, Pata, famosa por ser tan buena madre. Pacientemente esperó que la misma se levantara a comer y con cuidado llevó con sus alas rodando sus huevitos hasta el nido de la Pata. -Acá estarán seguros- pensó..

Y se los agregó  a los siete  que había puesto la pata.
Cuando mamá Pata  regresó le llamó la atención la cantidad….pero.... ¿No eran menos?…¿No hay dos huevos más  acá?… ...¿Son más pequeños estos dos?- Se preguntó.

Pero como era tan madraza se sentó a cuidar el nido. Cada tanto se paraba y daba vuelta sus futuros hijos para calentarlos en forma pareja.

Gracias Renata por haberme regalado tan hermoso dibujo

A la noche regresó  Heriberta quien observó tranquila detrás de un pino cómo eran empollados sus huevos.

Una mañana mamá pata empezó a sentir movimientos extraños y reconoció que algunas cascaritas de huevos se estaban rompiendo.

-Que raro-Se dijo todavía no es fecha para que nazcan mis hijos, pero como era muy cariñosa los cuidó atentamente hasta que salieron del cascarón .
Al verlos dijo.- Que piquito  tan chiquito ....Casi no tienen cuello...Y esas patitas tan flacas..

¡CÓMO LES VA A COSTAR NADAR!

No importa, les enseñaré lo mismo. 

Oscureciendo llegó Heriberta que al ver nacidos sus pequeños se acercó a la pata a presentarse y a agradecerle lo mucho que había hecho por ella.
Le dijo que todos los días venía a ver cuándo se produciría el nacimiento de sus polluelos y a felicitarla por lo generosa que había sido.

Cuando nacieron los patitos muchas veces salieron  todos juntos de paseo, llevaban granitos de maíz y miguitas de pan para compartir.
Eso si, mientras los patitos nadaban los pollitos jugaban carreritas a su lado.

                                                                            Fin


ANDRÉS, 


Andrés era un pececito muy pero muy curioso, siempre deseaba conocer más allá de lo que podía nadar.
Un día se le ocurrió que tenía que mirar todo lo que había sobre el mismísimo mar porque ya había investigado mucho sus profundidades.

Pensando en esta posibilidad visitó al calamar que era dueño del gimnasio del océano para solicitarle que fortaleciera su cola y lograr saltar más allá de la superficie del océano.
Y como Andrés era muy empecinado en corto tiempo su cola estaba preparada para moverla fuertemente de un lado al otro y para saltar por sobre las olas.

El primer día nuestro pececillo saltó cerca de la orilla y alcanzó a ver la playa.
Cuando se encontró con sus hermanos les dijo:-No saben lo lindo que es saltar por sobre nuestras intranquilas aguas.  
Hoy conocí la playa.

-Pero qué es eso? -le preguntaron.
Se parece al fondo del mar pero es más luminosa y radiante.

El segundo día Andrés saltó más alto y miró el cielo.
Cuando se encontró con sus hermanos les dijo:- Hoy conocí las nubes-

­-Pero que es eso?- le preguntaron. Son como la espuma del mar que viajan por el cielo.

El tercer día el inquieto pez saltó más alto aún y en ese momento estaba lloviendo.
Cuando encontró a sus hermanos les dijo: Hoy al saltar conocí la lluvia.

¿Pero qué es eso?- Le preguntaron.
Es como el agua que nos hace cosquillas  pero que cae desde arriba, es dulce y te acaricia mientras se desliza por tu cuerpo.


El cuarto día Andrés saltó todavía más alto y atravesó el arco iris tiñéndose con sus intensos colores.
Cuando se encontró con sus hermanos les contó
- Hoy atravesé el arco iris.

¿Pero qué es eso? – Le preguntaron. Es como una cinta de colores contagiosos que adorna  el cielo como una vincha.

Y como a sus hermanos les gustó tanto los colores de su amigo, enseguida comenzaron a saltar por sobre las danzarinas aguas  para colorear sus cuerpos.

 Así nacieron los peces voladores que conocemos hoy y que cruzan los mares.
                                       Fin          






ANTENAS

Antenas era un gusanito muy hambriento que nació en el medio de una plantación de árboles frutales.

A la primera manzana que vio le dio una mordidita y se fue a dar vuelta a la manzana. 

¿Cómo  fue Antenas a dar la vuelta a la manzana?
¿Corriendo o saltando?

Después se encontró con un Durazno, le dio dos mordiditas y se fue a dar la vuelta al durazno.


¿Cómo  fue Antenas a dar la vuelta al durazno?
¿Saltando o caminando?



Más tarde se tropezó con una pera, le dio tres mordiditas y se fue a dar vuelta a la pera.


¿Como  fue Antenas a dar vuelta a la pera?
¿Caminando o arrastrándose?


Por último descubrió una banana, le dio cuatro mordiditas pero ya no pudo dar la vuelta a la banana.  



¿Por qué Antenas  no pudo dar la vuelta a la banana?
Fin


ANTENAS BUSCA CASA


Como Antenas se había pasado todo el día comiendo necesitaba un lugar donde pasar la noche, descansar  y abrigarse del frío.

Primero imaginó su casa roja, buscó  una ciruela,  comenzó a perforarla y se acostó en lo que sería su dormitorio. Al ratito no le gustó porque la sintió muy fría y pensó que mejor sería una casa amarilla.

Por eso agujereó un durazno y se sentó para probar si era cómoda la cocina..
Esta vez le molestó el carozo y decidió  que mejor sería una casa verde y allá partió a buscar un Kiwi.


 Al kiwi le hizo una galería, cocina y comedor, pero no le gustó porque le resultaba muy chica. Esa tampoco era la casa de sus sueños.

Antenas tenía tanta sed después de trabajar tan duro que se acercó a un charquito y allí pudo ver su reflejo.

Él era todo blanco, así que seguramente en una casa blanca se sentiría completamente Feliz.


 Enseguidita salió a buscar un choclo. le hizo largos caminos, allí construyó  dos dormitorios un comedor, una cocina, una galería y hasta un garage por si venía a visitarlo su amigo el Escarabajo.

Por las tardes se lo puede ver a Nico, su hijo que se asoma desde el balcón de su habitación.

Fin



CLORINDA

Clorinda era una mariposa muy linda, brillaban al sol sus colores naranjas, azules y rojos mientras hacía dibujos en el cielo.

Un día mientras sorbía néctar de una flor comenzó a llover y como quiso reunirse con sus amigas que estaban en el otro extremo del jardín atravesó un fuerte aguacero.

Esta fue la causa que le hizo perder todos sus admirados colores que fueron a parar en un balde abandonado en el patio.

Al verlas sus amigas totalmente trasparente le preguntaron: - Pero qué te ha ocurrido? No sabes acaso que las Mariposas no volamos bajo la lluvia?


Más tarde salió el sol pero  tardó mucho nuestra Mariposa en secarse y emprender su vuelo para intentar recuperar lo que había perdido..

Miró el balde y decidió largarse en picada para salir rápidamente. Cuando hizo esto Clorinda salió toda marrón porque los colores se habían mezclado en el recipiente.

Después llegó confiada con sus camaradas para saludarlas…
-Pero quién eres? Le preguntaron-
 Soy Clorinda- Contestó segura-
Ninguna mariposa entendía nada. Sólo una logró explicar el fenómeno porque aspiraba flores en la ventana de la escuela.

Si es así ahora debes ir a dormir porque si no te comerán los pájaros.-Las mariposas de tu color descansan de día  y  juegan de noche.-
Clorinda hizo caso pero ese día no pudo pegar un ojo.
Cuando llegó la noche conoció otras mariposas que como ella salían a pasear y esto la animó a hacerlo.

Gracias otra vez Agustina por las horas alegremente compartidas

Fue así que  pudo admirar la luna y las estrellas, se hizo amiga de nuevas flores como las campanitas y las buenas noches y hasta logró jugar a las escondidas con los bichitos de luz.
                                                                       
                                                                                      Fin


FLORENCIA, la mariquita.

Cuando salió del huevo, Florencia comenzó a comer desesperadamente los pulgones que dormían en la margarita hasta devorarlos todos.

Como su comida había terminado tenía que buscar otra margarita para continuar con su exquisito manjar pero no sabía cómo llegar hasta ella.

Al lado se le posó una langosta que por supuesto se trasladaba dando largos y perfectos saltos. 
– Es así como se hace- pensó Florencia- Saltaré hasta llegar a la margarita que estoy viendo en la esquina.

Se preparó con mucho cuidado, bajó  su cuerpo hasta llegar al suelo y con mucha fuerza dio un brinco hasta lllegar a su destino. Así llegó hasta su próxima comida.

Pero como comía muy rápido pronto se había terminado todos los insectos que habitaban esta hermosa flor y Florencia decidió saltar de nuevo.

De este modo llegó hasta una maceta llena de sus despeinadas flores favoritas.
Allí estuvo un buen rato comiendo tranquila porque la comida abundaba. 
Cuando la misma se acabó tuvo que saltar de nuevo hasta un cantero lleno de flores. 
Así conoció sus parientes que le preguntaron: ¿Por qué tienes cuatro puntitos negros en la espalda en lugar de siete?
No sé dijo Florencia- Pero qué has estado haciendo? Le preguntaron-
Estuve saltando por el jardín para encontrar Margaritas.
-          No sabes tú que las Mariquitas volamos? le preguntaron
-          Pero cómo voy a volar con estas alas rojas tan duras?


-         AAAAy Florencia! ….abajo de ellas tenemos unas hermosas alas perfectamente plegadas –Míralas…


.
-          Y ahora cómo recuperaré mis hermosos puntitos?
-          Sus amigas le ayudaron a recorrer el jardín y los encontraron porque todavía estaban revotando cerca de las flores.
-          Florencia se quedó muy quieta mientras se los pegaban con un poquito de miel para que quedaran muy seguros arriba de sus alitas Rojas.
-           


-          ¡Hay chicas! ¡Hoy he tenido mucha suerte en encontrarlas!   
 si le contestaron


         ¡LAS MARIQUITAS SIEMPRE TRAEMOS SUERTE!



Fin




EL REGALO DE JOSÉ

Entre las cosas que le habían regalado a José para su cumpleaños había una hermosa caja de fibras.
Como al niño le gustaba tanto dibujar las colocó en un recipiente con los capuchones para arriba así podía fácilmente distinguir sus colores.
Tranquilamente se  puso a dibujar un árbol.


"El lápiz me mira"

Cuando necesitó el color verde miró su taza alarmado.

-Mamá, hay un lápiz que me mira-


-Cómo te va a mirar un lápiz si los tenés en la cartuchera- Contestó ella-
-Si me mira  con sus ojos grandes y está sobre la fibra verde……..Ahora saltó mami y se acostó en la mesa-

- Hay, este chico cada día más imaginativo- Pensó su madre.

-Vení ahora mismo a verlo- Para tranquilizar al niño vino su mamá.
Le dio mucha risa ver lo que ocurría en la mesa….

Sabés lo que pasa José?- Ese no es un lápiz- Es un bicho palo que creyó que la fibra verde era una planta.

¿QUÉ TAL SI LO LLEVAMOS AFUERA?

Mamá trajo una rama, el bichito se subió y llegó en un cortito viaje hasta la planta más cercana.
José quedó muy contento porque había ayudado a conducir este  pequeño vehículo.


Fin



FEDERICO Y ANA

Federico y Ana son hermanos mellizos, aunque no son tan parecidos tienen la misma estatura e igual color de cabello.

 Un día en otoño Federico se levantó con tos y su mamá no lo mandó a la escuela.

Le indicó que tomara una cuchara del jarabe antitusivo que le había recetado el  doctor el mes pasado.
Como Fede estaba grande se acercó al botiquín y solo se preparó la bebida que sorbió completamente. 

Después de esto salió a jugar a un patio interno donde no corría viento para no empeorarse.

Gracias Juli, Dibujaste muy bien a Federico,

Su mamá cosía tranquilamente porque sabía que su hijo se mejoraría pronto cuando fue interrumpida por una personita que ahora tosía más. 
Casi sin levantar la vista de lo que estaba haciendo dijo:
-Ahora tienes tos tú Ana….No te he dicho además  que no te pongas la ropa de tu hermano?-

-No soy Ana- Mami, fíjate bien .La Sra. Dejó en la silla la costura y se paró para revisar a su interlocutor.

"No soy Ana, soy Fede"-Dijo


Es cierto Fede- Dijo- Sólo tú tienes el lunar detrás de la oreja.-
-Pero qué te ha pasado en el pelo? Por qué te ha crecido tanto?

-Qué has tomado?- Preguntó.

El niño la condujo hasta el baño y le mostró el frasco de color rosa igualito al jarabe de la tos pero este decía con letras grande:


"-TÓNICO CAPILAR-"



Mamá tuvo que cortarle el pelo al niño porque le daba vergüenza ir a la peluquería.
Desde aquél día ninguno de los mellizos toman los remedios solos y el tónico capilar fue guardado muy alto para usarlo de vez en cuando para fortalecer el crecimiento de los cabellos.  



Fin



TITINA

Titina no es una hormiga de patio común.

Un día dijo muy decidida: Basta ya de hacer largas filas transportando alimentos y de cavar agujeros para agrandar el hormiguero- ¡Hoy sólo quiero viajar!

-No me importa si  es por tierra, por agua o por los aires, pero yo hoy viajaré para irme de vacaciones como todo el mundo.

Dicho esto nuestra soñadora hormiga se dirigió al garaje a ver cómo le resultaba estar sentada en un vehículo para echarlo a andar. Por supuesto que ni llegaba a los pedales por eso  mirando a su alrededor decidió probar suerte con la bicicleta de Tomás.

 Se subió lentamente y se acomodó justo en el medio del volante y esperó que viniera el muchacho.
Cuando lo hizo Titina se agarró fuertemente para no caerse pero cuando el niño largó su bici para jugar a la pelota con sus amigos la pobre hormiga salió despedida golpeándose fuertemente la cabeza.

En el piso pensaba…Bueno esto de los viajes terrestres no serán para mí así que regresaré al hormiguero.

En el medio del camino tuvo que cruzar un canal . Desde el puente alcanzó a ver que se acercaba un pequeño barquito hecho de papel de diario. La hormiga estaba segura que el mismo venía a buscarla así que se apuró para saltar sobre él.

Titina Saluda


Poco duró su alegría porque el pequeño barco comenzó a hundirse irremediablemente.
Titina tuvo que subirse a un pedacito de corcho que andaba flotando por ahí para no ahogarse y llegar a la orilla.

¡Que mojada y cansada estaba la pequeña hormiga!- la pobre con esfuerzo y decepción se subió a la punta de un ceibo para secarse con el sol y en el medio de una hoja tierna se quedó dormida.

Se despertó a la orilla de un río de aguas claras y arena tibiesita.

El viento de la primavera había cortado su hoja-cama y la había transportado hasta ese lugar como si fuera un avión. 

Ese día se bañó y tomó sol y regresó al hormiguero con la misma  hoja voladora que la había llevado a pasear.

Al verla sus compañeras les preguntaron: Porqué se te ve tan negra hoy Titina?


Fin


GLOBITO

Globito era un sapo que vivía en la laguna del jardín y le gustaban mucho los colores. 

Por eso decidió alimentarse sólo de Mariposas.

Globito se alimentaba sólo de Mariposas


Primero se comió una toda de color naranja.

Más tarde devoró dos Mariposas Rayadas.

Luego degustó tres Mariposas a lunares.

Después saboreó cuatro Mariposas multicolores.

LLegando la noche engulló cinco Mariposas amarillas.



De repente Globito empezó a sentir  cosquillas en su barriga y comenzó a elevarse del piso lentamente.





Sus amigos Esteban y Luis se preguntaban asombrados.







¿QUÉ LE HABRÁ PASADO A GLOBITO?- Mientras pasaba volando por arriba de sus cabezas.

Fin



Adriana Helena Rolando